La primera de muchas reuniones públicas sobre la eliminación de más de 15 millones de libras de propulsor M6 en Camp Minden atrajo a cerca de 150 ciudadanos y funcionarios preocupados al Centro Cívico de Minden el jueves por la noche.
Allí, se enteraron de que el acuerdo alcanzado entre la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y el Ejército de los Estados Unidos, que financiará la limpieza de 28,5 millones de dólares del material almacenado ilegalmente dejado por Explo Systems, Inc., exige estrictamente la quema al aire libre.
“Los contratistas locales, los Madden, diseñaron un dispositivo”, dijo el alguacil de la parroquia de Webster, Gary Sexton, quien organizó la reunión. “Por alguna razón, ese dispositivo no se está considerando en este proceso de limpieza”.
“Estamos decepcionados”, dijo James Madden, propietario de Madden Contracting. El hijo de Madden, David, dedicó tiempo y dinero a investigar y construir un prototipo que hubiera permitido la incineración cerrada del producto. “Consideramos que construimos una mejor ratonera”.
Sin embargo, es posible que Madden aún no lo haya hecho. El Ejército primero debe diseñar un paquete de licitación y pasar por un proceso requerido por ley para encontrar una empresa que se encargue del proyecto.
“Los Madden pueden hacer una oferta en el proceso de bandeja abierta”, dijo Sexton. “Ciertamente tienen derecho a entrar y creo que lo harán”.
El senador estatal Robert Adley dijo que mientras se estaba discutiendo sobre la responsabilidad, los Madden desarrollaron un plan para lidiar con ella. Adley, junto con otros miembros de la delegación local, asistió a una demostración del incinerador en Camp Minden en enero pasado.
“Nos pareció bien”, dijo Adley. “No somos profesionales, pero según la ley, según su interpretación, la EPA no puede utilizar ese proceso. Lo lamento, pero es donde estamos en esta etapa del juego “.
Adley dijo que, según la ley existente, el Departamento Militar de Luisiana y el mayor general Glenn H. Curtis están obligados a aceptar ofertas de quienquiera que proporcione una.
“Al final del día, él (Curtis) puede sentarse y decidir quién está calificado, quién tiene la experiencia y si tiene el respaldo financiero para hacerlo”, dijo Adley. “Todas esas cosas se tendrán en cuenta. Sería maravilloso si terminara siendo alguien que, cuando termine, estará aquí sentado respirando este aire con nosotros ”.
David Madden pareció resignado a la decisión de la EPA después de asistir a una reunión informal con funcionarios más temprano ese día.
“He estudiado este proceso y, sí, trabajé para un incinerador”, dijo. “Me reuní con funcionarios de la EPA y otros expertos no asociados con la EPA, y están siguiendo el camino correcto con las bandejas abiertas”.
Madden dijo que su cambio de opinión dependió de la prisa con la que se debe realizar la eliminación para evitar una mayor degradación del producto, lo que lo hace más peligroso.
“Es importante que esto comience el primer trimestre del próximo año”, dijo. “He observado las plumas de la calidad del aire (de la quema de la bandeja abierta). Solo el 10 por ciento de estas consecuencias irá a parar a Doyline. Hay una cantidad igual yendo hacia Bossier y yendo hacia el norte. Nuestro negocio está a una milla y media hacia el este. Todos vamos a conseguir algo de esto “.
El representante estatal del Distrito 10, Gene Reynolds, dijo que, en el futuro, la comunicación es clave.
“En mi sitio web y en mi oficina, mantendremos todos los materiales completamente actualizados”, dijo Reynolds. “Vamos a mantener (al público) informado con todo lo que surja de este punto en adelante”.
Sexton destacó la importancia de la ayuda del público.
“Ayúdenos a calmar los temores de la gente de la comunidad sobre lo que no sabemos que va a pasar con la destrucción del propulsor M6”, dijo. “Todos podemos especular sobre cosas que pueden suceder, pero no necesitamos hablar de lo que tenemos que preocuparnos. Las personas que van a ser responsables, quien sea el contratista, las personas que van a deshacerse de este producto, manténgalas en sus oraciones porque algo les podría pasar a las personas que son responsables de salir y abrir esos búnkeres, recoger este producto, moverlo y destruirlo donde podamos vivir en una comunidad más segura “.
La próxima reunión pública está programada tentativamente para el 16 de diciembre. No se ha decidido la hora ni el lugar.